10 de noviembre de 2015

Cultura afrodescendiente ¿es ignorada o no?.

Conocemos tan poco de áfrica, que muchas veces, ha pasado por nuestra mente que todos allá se conocen, como si fuera un lugar que se recorriera en un día. En los medios de comunicación, sólo la mencionan cuando sucede alguna catástrofe. Lo más conocido de esta parte del mundo son sus problemas, junto con la selva, los animales y el desierto, o cuando sale a flote alguna enfermedad viral. Y lo primero que tenemos que anotar, es que se trata de un continente con una realidad muy compleja, que trata de evolucionar día tras día y donde prevalece la cultura afrodescendiente.
En Colombia, país multiétnico; mezcla de indígenas, negros, y españoles, vivimos alrededor de 10 millones de hombres y mujeres afrodescendientes. Existen regiones donde la mayoría de su población es negra; el pacifico. Colombia sigue siendo un país de blancos a un lado y todas las otras razas al otro. Tal vez por eso somos racistas: por ignorantes, atrasados y faltos de educación; porque en nuestro subconsciente nos cuesta imaginarnos a un negro o a un indígena como doctor, ministro, presentador de un noticiero o protagonista de una telenovela. Nos cuesta preguntarnos por la historia de nuestro pueblo afrodescendiente, que en la actualidad ha sufrido tanto de discriminación racial; que parece algo irónico. El mundo está cambiando, pero nosotros no cambiamos tan rápido como el mundo.
Y cómo dice Pirry “Solamente de puertas para afuera todos tenemos los mismos derechos, pero no de puertas para adentro. Tal vez los baños, las escuelas o los puestos de los buses no estén separados entre blancos y negros, como sucedía en Mississippi o Alabama durante los años de la revuelta de los derechos civiles en Estados Unidos; pero no hace falta, pues seguimos divididos por barreras tan invisibles como reales”. Y si no, explíqueme: ¿cuántos afrodescendientes hay en las universidades más prestigiosas del país? ¿Cuántos en los colegios más costosos? ¿Cuántos ministros son afrodescendientes? Pero el colmo de los colmos sucede en esa farsa que llaman política: las curules de los negros son ocupadas por blancos.
A pesar de que se estableció la ley nº 1482 de 2011 contra la discriminación, y se castigará a quien provoque daño físico o psicológico a los afrocolombianos, homosexuales o indígenas, o vulnere los derechos de los ciudadanos por causa de su religión, nacionalidad, ideología política o filosófica, parece que no es una ley que contrarrestará de fondo el problema en Colombia, pero se puede decir que empezará a realizar una pedagogía para la inclusión y el respeto a la diversidad.
Mucha gente de este país piensa que los seres humanos somos diferentes de acuerdo al color de nuestra piel, y yo estoy empezando a opinar igual. Caterine Ibargüen es un claro ejemplo, además de ser una mujer disciplinada y fuerte, parece tener una genética superior.

El problema parece venir desde la falta de autoestima de las poblaciones vulnerables de este país, no quiero decir que todos no lo seamos, pero los indígenas, afrocolombianos y cabe también mencionar a las mujeres; son las poblaciones que se sienten como minorías en el país y que por lo tanto sus derechos pueden ser vulnerados, es un hecho conocido que la población afrodescendiente sufre de invisibilidad, enfrenta problemas de empleo, educación y salud. Y no es posible construir ciudadanía desde la homogeneidad cuando, en realidad, la región nos da muestras evidentes de interculturalidad. Necesitamos reconocer las capacidades y los aportes de todos y todas para poder alcanzar un desarrollo integral.

6 de noviembre de 2015

¿Quiénes son los desplazados en Colombia?

¿Sabe usted quiénes son las víctimas en Colombia?, si no lo sabe, es porque tal vez a usted no le importa quienes han sido víctima de la violencia. No sabe cuántas familias han pasado por un desplazamiento forzoso, cuántos han perdido un familiar; un padre, un hermano, e incluso a todos los integrantes de su familia; usted pasa por desapercibido que muchas mujeres, e incluso niños y niñas han sido violados por comandantes de grupos al margen de la ley, les ha tocado salir corriendo de sus hogares huyendo del conflicto armado; han sufrido abusos de sus derechos humanos, y a causa de esto su vida tuvo otro rumbo. No olvide que todos somos colombianos y que aunque algunos desplazados han salido adelante, otros aún viven la pobreza extrema y quizás necesiten de su ayuda.
Según datos de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, Colombia es el segundo país con más desplazados en el 2015, después de Siria. Y a pesar del optimismo que se vive en este país debido al proceso de paz, el cual busca poner fin a décadas de guerra civil interna, Colombia sigue siendo uno de los países donde más emergencias dramáticas se viven, tanto por violencia, como por la desigualdad, que podría decir, se debe a la ignorancia de la gente.
El proceso de ley de víctimas llevado a cabo por el gobierno, busca restablecer los derechos a las víctimas de la violencia, pero ¿por qué después de tantos años?, ¿cómo es posible qué los gobiernos anteriores negaran que existía desplazamiento forzado en Colombia? Parece algo irónico, pero esta es la Colombia que en estos momentos tenemos; se lleva más premios por conflicto interno, más no por otras cosas.
En mi verdad, sé lo que es ser una desplazada; porque lo viví, y eso no me hace más ni menos persona. Por el contrario, hoy me sirve para ayudar a otras personas, bien sea, por medio de mis palabras en mi labor de comunicadora, o por lo menos entendiendo por lo que están pasando… La falta de oportunidades, el descontrol social y el vacío enorme que va creando esta clase de sucesos para el ser humano.

El proceso de paz, es una muestra de que podemos solucionar por medio de dialogo el conflicto armado. No todo tiene que ser balas, y bombas. ¡Ya basta!, son muchas familias que siguen sufriendo a pesar de las ayudas humanitarias que les brinda el gobierno, ellos prefieren un poco de paz, y no estar corriendo de sus casas, de lo sus tierras, de lo que consideran suyo. Y es por esa razón que hoy están dispuestos a perdonar, ¿Por qué usted también no lo hace? ¿De qué le sirve a usted ser Uribista o Santista?. No se llene el corazón más de odio, perdone. Ayude a su nación a sus patriotas a salir adelante. 

4 de noviembre de 2015

Medellín, una ciudad donde los afros ven nuevas oportunidades.

Uno de cada cinco afrocolombianos ingresa al nivel de educación superior, de acuerdo con un estudio publicado el año pasado por la Misión de Movilidad Social y Equidad, convocada por el Departamento de Planeación Nacional (DNP), las comunidades afros se enfrentan a la marginación, pobreza y ausencia de oportunidades de trabajo y educación. Situación que preocupa al país.
Con el fin de superar la brecha social que los abarca y que a la vez los convierte en uno de los grupos étnicos culturales más vulnerables del país, se han creado casas de encuentros sociales, como lo es FEDEAFRO ubicada en la ciudad de Medellín; en el barrio Prado centro, donde se realizan actividades sociales y se llevan a cabo proyectos que buscan capacitar y agremiar a las diversas comunidades negras que existen en Medellín.

“Afros y su historia”
Los afros llegaron a Colombia traídos de África en condición de esclavitud; lograron su libertad gracias a la Ley 21 del 21 de mayo de 1851, bajo la presidencia de José Hilario López. Para celebrar los 150 años de la supresión, el Congreso declaró el 21 de mayo como el Día Nacional de la Afrocolombianidad.
Aunque no existen cifras exactas de la población afrocolombiana. El más reciente Censo reportó 4´311.757 habitantes afro, entre raizales, palenqueros, negros y mulatos, cifra que representa un 10,62% de la población nacional. Los raizales son los provenientes de San Andrés; Palenqueros de Cartagena y los negros y mulatos provienen del resto del país.
Las cifras indican también que 72% de la población negra se localiza en las cabeceras municipales. Las ciudades con la mayor población negra son Cali (Val.), Cartagena (Bol.), Buenaventura (Val.), Medellín (Ant.), Barranquilla (Atl.), Tumaco (Nar.), Quibdó (Cho.) y Turbo (Ant.).
En los últimos años los afrocolombianos han tenido el mayor porcentaje de población que ha alcanzado el nivel educativo de secundaria básica (20,2%), pero el porcentaje alcanzado en la educación media (16,2%) es superado por la población sin pertenencia étnica (17,4%), según Luis Pérez Gutiérrez, coordinador de FEDEAFRO.
El Índice de Pobreza Humana, representado en defunciones de menores de 40 años, analfabetas de 15 años y las condiciones de vida (sin acueducto, sin servicios de salud, desnutrición global, etc.) es del 10,4%. Y aun así con estos datos no se puede saber con exactitud las condiciones de vida, ni entender las necesidades específicas de esta comunidad.

“Para mí ser afro representa un gran orgullo”
Afrodescendientes es un terminó que se ha usado para caracterizar a aquellas personas que son descendientes de la esclavitud y que representan un 10,6% de la población colombiana, de los cual se han obtenido algunos premios representativos como lo son los grammy por Chocquibtown, en representación de Colombia.
La generación afrodescendientes de los 80, se ha desarrollado con una manera de pensar muy diferente a sus antepasados; la cual consiste en buscar oportunidades que les permitan progresar. Esa búsqueda que pasa por su cabeza, los incita a abandonar su región e irse a experimentar nuevas culturas, que les permite conocer otro tipo de música, gastronomías, nuevas personas y abrir un campo laboral que los beneficiara a futuro.
La ciudad de Medellín ha sido muy apetecida por su clima acogedor, además de cercana; puesto que limita con el departamento del Chocó, al mismo tiempo ofrece una alta gama de carreras universitarias, tecnológicas y técnicas. Se estima que aproximadamente hay 138.032 afrodescendientes, según el censo realizado en el 2011 en la ciudad de Medellín.
Aunque no es fácil, es una lucha constante por salir adelante, por ser reconocidos en Colombia, un país que cuenta con mucha diversidad cultural; los jóvenes afros de los 80 y con esto me refiero específicamente a los Chocoanos, han basado su vida en el estudio, piensan que es una manera perfecta para sacarlo de tanta pobreza, mala fama e inversiones fallidas; pues nunca se han visto los resultados de dichas inversiones en este territorio.
Para Jorge Mosquera, un joven que visita FEDEAFRO; dos veces a la semana, dice que “ser afrocolombiano representa un gran orgullo, mi cultura a pesar de todos los obstáculos que tiene ha logrado salir adelante y ser respetada, debido a que el índice de racismo ha disminuido en la sociedad”.
En FEDEAFRO además de agremiar y capacitar a las comunidades afros ubicadas en la ciudad de Medellín, también se llevan a cabo conversatorios sobre las comunidades negras, un fortalecimiento cultural, como la danza y música. Por ello la sede de la Oficina se presta para que los diversos grupos de reggaetón, rap, y orquestas de las comunidades negras, ensayen su música.
Estudiar en Medellín representa para algunos un gran sacrificio, dice Weison Palacios “en mi caso he sido muy de malas, no cuento con suficiente ayuda económica, lo que mi papá trabaja solo alcanza para pagar el arriendo, por eso estoy aspirando a una beca en FEDEAFRO”. Esa es una actitud que a muchos motiva e induce a otros a hacer lo mismo, pero entrelineas se puede comprender que no es nada fácil vivir en Medellín. Aunque para otros estudiantes como Andrés García, estudiar en Medellín representa una inversión a futuro, afirma que Medellín es una ciudad que cuenta con mucho desarrollo y así su capacidad intelectual será más completa.
Aunque las maneras de pensar son muy similares, cada quien tiene su propio argumento, que lo motiva a dejar su cultura en alto, capacitándose a sí mismo para mejores resultados dentro de una sociedad colombiana que para tener buenos ingresos económicos debes ser de buena familia o haber estudiado un pregrado y tener como mínimo una especialización.

En la sociedad afro han sido reconocidas varias personas como lo es Manuel Mosquera Garcés: (1901- 1972), abogado y ex ministro de educación, quien aunque ya falleció marco aspectos importantes dentro de la política colombiana y en el periodismo. Rogerio Velásquez Murillo (1908-1965), escritor, pedagogo y pionero en antropología, ellos han sido estudiados por la sociedad y han logrado reconocimiento, convirtiéndose en la mayor aspiración de los jóvenes que visitan FEDEAFRO.